LA HISTORIA
El Auberge Catalane es fruto de una historia de amor.
Al terminar la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y convaleciente de graves heridas, Michel Tariscon, originario de Saint Cyprien, en la costa del Rosellón, fue a recuperarse a la vera de quien había sido su “madrina de guerra”, Caroline Ramonatxo.
Se enamoraron y se casaron, decidiendo crear juntos una forma de vida de la familia: el hotel y restaurante Auberge Catalane nacido el año 1929.
A lo largo de todos estos años y hasta el 2018 este establecimiento ha estado en manos de tres generaciones de esta familia hasta que la nieta de Monsieur Tariscon ha decidido retirarse.
Los actuales propietarios

Isabel y Jordi decidimos, cuando nuestros dos hijos ya estaban creciditos, que queríamos trabajar juntos en aquello que más nos gustaba: tratar a personas, cuidarlas y cuidarnos.
Tras más de 30 años trabajando en la administración y en multinacionales de la publicidad, nos imaginamos un proyecto de pequeño hotel con pocas habitaciones, trato cercano y que nos hiciera sentir especiales a cada uno de nosotros.
En este camino, y casi por casualidad, nos topamos con el Auberge Catalane y nos enamoramos de él perdidamente.
Del Auberge y de la Cerdaña, que cada día del año es distinta, mágica y embriagadora. Hacemos todo lo posible para mantener y recuperar el espíritu y la personalidad de este establecimiento emblemático de la comarca.